martes, 22 de abril de 2008

Un recital en la pantalla grande


Shine a light, la película de Martin Scorcese sobre los Rolling Stones, no es más que un excelente show, filmado y editado de la mejor manera posible. Al menos es esa la sensación que da. Hay poco material más allá de lo del recital. Alguna que otra filmación de archivo y pocas preguntas de entrevistas hechas recientemente, siempre entre temas, pero no en todos los intervalos.
Comparada con la Película sobre Bob Dylan, No direction home (también de Scorcese), Shine a light queda muy atrás. En el film sobre Dylan el director logró capturar la escencia de ese personaje, en Shine a light no. Salvo por algunas tomas, o quizás algunas de las escenas del comienzo, a Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts se los ve a través de otros ojos, de manera más superficial.
El comienzo es un poco más arriesgado. Se genera una discusión entre Jagger y el propio Scorcese, por teléfono, que recorre varias ciudades. Discuten la lista de temas que tocarán en los show que Scorcese va a filmar.
El resto de la película es ni más ni menos que un excelente espectáculo.

Federico J. Bolo

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